Precaución amigo conductor
De las muchas cosas de las que podría hablar estando fuera de España ésta es la que me ha dejado más impresionada y que sigo sin entender: los taxis en Amsterdam.
Porque, al llegar a Amsterdam ves a sus ciudadanos tan sonrientes, saludas a los vecinos, todo educación, y no piensas que los taxistas hayan mutado hasta convertirse en auténticas ratas.
Hasta ahora si me timaban en un taxi, me daban un rodeo enorrrme alrededor del destino, con el consecuente gasto de tiempo, pero estando pendiente y siendo amable salías del atolladero.
A partir de ahora esto no será así, sino mucho más divertido. Me tendré que enfrentar a que, cada vez que salga de noche sin bici, la bajada de bandera sea de 8 euros, a que accidentalmente se les olvide activar el contador de la carrera, a que se les olvide devolver el cambio(y que después de cuatro avisos, cada uno más agudo que el anterior, te dé sólo la mitad, bajo un canturreo de "zenquiu zenquiu") o (esto es lo mejor) que nada más entrar en el taxi digan que la carrera son 20 euros porque son 4 kilómetros de distancia al destino (5 euros por kilómetro, ¿¡¿qué le echa al coche, aceite de oliva virgen?!?).
Ah, importante, nunca, nunca, NUNCA cojáis el taxi fuera de la parada; esto no es México D.F. pero también es divertido.
Porque, al llegar a Amsterdam ves a sus ciudadanos tan sonrientes, saludas a los vecinos, todo educación, y no piensas que los taxistas hayan mutado hasta convertirse en auténticas ratas.
Hasta ahora si me timaban en un taxi, me daban un rodeo enorrrme alrededor del destino, con el consecuente gasto de tiempo, pero estando pendiente y siendo amable salías del atolladero.
A partir de ahora esto no será así, sino mucho más divertido. Me tendré que enfrentar a que, cada vez que salga de noche sin bici, la bajada de bandera sea de 8 euros, a que accidentalmente se les olvide activar el contador de la carrera, a que se les olvide devolver el cambio(y que después de cuatro avisos, cada uno más agudo que el anterior, te dé sólo la mitad, bajo un canturreo de "zenquiu zenquiu") o (esto es lo mejor) que nada más entrar en el taxi digan que la carrera son 20 euros porque son 4 kilómetros de distancia al destino (5 euros por kilómetro, ¿¡¿qué le echa al coche, aceite de oliva virgen?!?).
Ah, importante, nunca, nunca, NUNCA cojáis el taxi fuera de la parada; esto no es México D.F. pero también es divertido.
3 comentarios:
te creo completamente. en Praga era similar, hasta el punto de que en las webs te decían que fijases el precio de la carrera siempre desde el principio, y que a ser posible evitases los taxis que no fuesen del servicio del aeropuerto xD
y por cierto, ¿también conducen como locos? el que me llevó a mí en praga se metió por direcciones prohibidas, a 120 por callejuelas, y por pocas no se come a dos coches, el que iba delante y el que venía por el otro carril... :S
Aquí es que si corren se llevan a un par de ciclistas por delante...jejeje
El turista está situado por delante de las ratas en la pirámide evolutiva sólo porque tiene dinero. Seguro que después de llevar un tiempo por allí ya no te pillan con esos trucos.
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