miércoles, 11 de agosto de 2010

Todo sobre Amsterdam: transporte (I)

Si quieres moverte por los Países Bajos, a menos que:

a) Tengas coche.
b) Tengas bici y mucho tiempo.
c) Tengas alas.

Necesitarás la ov-chipkaart. Cuesta 8 euros y se puede conseguir en las oficinas en las estaciones de tren, tranvía, metro o autobús y valen para todos. Funciona como una tarjeta monedero. Existe la versión anónima y la nominativa (con fotico y todo); la única diferencia es q para conseguir la segunda necesitas el pasaporte y dos fotos peeeeero puedes cancelarla si te roban sin perder el dinero que contenga.

Ojo, que las tarjetas valgan no significa que estén habilitadas para todos los medios de transporte; en autobús y tranvía están habilitados por defecto, mientras que para que valga para tren debes activarla aquí o en las oficinas de la estación.

Y, otra vez, ojo, yo lo he intentado dos veces en la estación, la primera me tocó alguien desagradable que no quiso activarlo y me dijo que lo buscara en internet (eso hice y funcionó) y la segunda me lo hicieron en la estación en dos minutos con una sonrisa...así que a sonreir a tooooodo el mundo por si acaso.

Ah, importante, la tarjeta sólo valdrá con un mínimo en tren (20 euros), mientras que en el tranvía, autobús y metro puedes entrar mientras que tengas números positivos, dejándote UNA vez, estar en números rojos.

P.D.: en http://www.ns.nl/ puedes programar cualquier viaje desde los Países Bajos, sabiendo desde el andén hasta el minuto EXACTO (en serio, exacto).

domingo, 1 de agosto de 2010

Precaución amigo conductor

De las muchas cosas de las que podría hablar estando fuera de España ésta es la que me ha dejado más impresionada y que sigo sin entender: los taxis en Amsterdam.

Porque, al llegar a Amsterdam ves a sus ciudadanos tan sonrientes, saludas a los vecinos, todo educación, y no piensas que los taxistas hayan mutado hasta convertirse en auténticas ratas.

Hasta ahora si me timaban en un taxi, me daban un rodeo enorrrme alrededor del destino, con el consecuente gasto de tiempo, pero estando pendiente y siendo amable salías del atolladero.

A partir de ahora esto no será así, sino mucho más divertido. Me tendré que enfrentar a que, cada vez que salga de noche sin bici, la bajada de bandera sea de 8 euros, a que accidentalmente se les olvide activar el contador de la carrera, a que se les olvide devolver el cambio(y que después de cuatro avisos, cada uno más agudo que el anterior, te dé sólo la mitad, bajo un canturreo de "zenquiu zenquiu") o (esto es lo mejor) que nada más entrar en el taxi digan que la carrera son 20 euros porque son 4 kilómetros de distancia al destino (5 euros por kilómetro, ¿¡¿qué le echa al coche, aceite de oliva virgen?!?).

Ah, importante, nunca, nunca, NUNCA cojáis el taxi fuera de la parada; esto no es México D.F. pero también es divertido.