El ciclo de la vida (de la tarjeta)
Desde hace algo más de un año, gracias a la "maravillosa" tarjeta de Universia del Santander, comenzó mi camino de dependencia de un curioso enemigo, el Banco.
Ya había oido hablar de él, de que se quedaba con el dinero si no era reclamado (benditas herencias), pero que cuando necesitaba algo de ti te lo hacía saber claramente (acordaos de mi cuando aparezcais en la lista de morosos por la cartilla que os abrieron vuestros queridos abuelos en la primera comunión) y que podía hacer y deshacer a su antojo en el estado de tus cuentas.
Esto último, lo del estado de tu cuenta lo habéis sufrido todos y cada uno de los que habeis estado con Santader,...,no, no mintais, aunque no lo hayais mirado (es normal, para 60 malos euros que vamos a mirar...)os ha pasado seguro.
Por ejemplo, a las 5 de la mañana (momento por todos sabido de mayor auge en el backup allá por Santader):
Concepto: recibo, cantidad -50€
Concepto: reintegro, cantidad, 50€
Pero bueno, eso no es nuevo,..., aunque, junto con el hecho de descubrir las comisiones que te pueden llegar a cobrar por sacar diez condenados euros me hizo abrir una cuenta (esta también joven) en un banco con más cajeros y menor alcance internacional, de una provincia de cuyo nombre no quiero acordarme.
Repitiéndome, ..., hasta ahí todo normal...pero llega el momento en el que la tarjeta deja de funcionar.
Justo, como era de esperar, en el peor momento.
En la gasolinera, con el coche en reserva extrema y sin dinero en efectivo. Si, yuju.
Buenos, te dices con relativa confianza, siempre puedo probar en un cajero y después volver a la gasolinera (para que se entere el señor gasolinero que no voy robando carteras de chiquillas con las que tengo un parecido razonable)
Pruebas en el cajero más cercano,.....mierda, no hay aparcamientos pero si que hay una parejas de policias apuntando las matriculas de los coches en doble fila.
Pruebas con el siguiente,......., mierda, el cajero no funciona.
Intentas volver al primero, rezando para que el coche, como el desodorante después de tantas molestias, no te abandone.
Milagrosamente encuentras un aparcamiento, con la luz de la reserva violácea ya(porque el rojo se le ha acabado de tanto usarlo).
Te aproximas al cajero, introduces tu pin (****), indicas el dinero (mucho, como venganza contra la tarjeta por haberse portado mal) y el cajero, que a esas alturas ya te ha calado, te dice, con toda su pantalla (a falta de cara) OPERACION CANCELADA POR CENTRAL .
¡Por central!¿Por central? ¡Por central! pero que piensan esos hijos de la gran p*** (esto no era el PIN).
Bueno, te dices, llamaremos y bloquearemos la tarjeta...
(segunda parte en breve, yo ya sé lo que va a pasar, si quereis saber más invitadme a una cerveza, aunque no creo q caiga esa breva)
5 comentarios:
¡Ni Ulises sufrió tanto en sus viajes!
Me muero por saber cómo continúa la historia.
¿Conseguirá nuestra joven heroína recuperar el vínculo espiritual con su condenado banco?
¿Tendrán que invitarla sus amigos a cervezas hasta el final de los tiempos?
¿Ganará el Madrid este fin de semana?
Esperemos amigos que todas las respuestas a estas preguntas sean afirmativas.
¿No vale un café? :)
Mujer, y no nos dejes en ascuas!!
Verdaderamente la historia es impactante, te deja en vilo hasta el final! Y claro, como ahora la moda es hacer trilogías y esas cosas, pues nos deja ahi con el argumento cortao para que nos dé un ataque de entropía.
Precisamente un compañero de work me contó algo similar, pero la tarjeta era la American Express de la empresa (una que nos dieron al ppio y ahí la sigo teniendo guardada) y por suerte le funcionó. He estado a punto de buscarla por si me pasara lo mismo, pero con tu historia ya estoy en modo Mallorquín y no sé *-)
PD: El momento "esto no era el PIN" buenísimo xD
Yo te invito a las cervezas que quieras,pero que sepas que no habra nada del Santander que logre sorprenderme,pero conste que estoy deseando saber que nuevas te pusieron,saludos
fly1, ya será menos,...,XD.
Y es la General la niña de mis ojos desgraciadamente.
Feliz 2008
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