Aprendiendo a contar

Hay pocas cosas que me gusten más cuando vuelvo a casa que ir contando prostíbulos por Castilla la Mancha y prostitutas a la llegada de mi casa.

[Alguien podría pensar que me lo invento, entonces no me conocería y sé que si alguien lee esto es porque me conoce en persona y sabe que al gestarme hubo alguna circunvolución que no quedó muy definida (quien dice una dice muchas)]

En fin, cuál es mi sorpresa cuando leo que ME van a quitar las putas de Almanjayar (quien dice quitar dice multarlas con 3000 euros, ahí es nada)... ¡cómo se atreven! pero si es el signo más claro de la llegada a casa (o a Chueca, dado el caso): las plataformas por la calle.

Mi vida no será igual a partir de ahora,...(snifff snifff)..., he hablado con el conde Draco y él también está triste (compartíamos afición)...ahora tendremos que ir los dos a la carretera de Córdoba, pero será más difícil, al ser la mayoría de esa zona subsaharianas y estar la zona sin alumbrado...

Ya sólo me falta que le quiten los neones al prostíbulo Dulcinea (Ciudad Real, según creo), el único que en lugar de ventanas tiene ruedas de molino, para perder completamente la cordura (o las ganas de volver a casa)...pero dónde vamos a parar...