Ratas voladoras
La vida está basada en las pequeñas rutinas. Cada día es igual al siguiente y similar al anterior.
Nueve de cada diez dentistas no pueden estar equivocados.
Son esas pequeñas inercias que nos llevan a ir descalzos al lavabo o a fumar después de, bueno, por ejemplo después de las comidas en su más amplio espectro, las que hacen que el contacto con el mundo tenga siempre a lo largo de cada día el tacto de algo confortable y mullido, que inconscientemente nos reconforta y que hacen que por muy duro/difícil/diverso que sea el día siempre tenga pequeños puntos de contacto con su alrededor, pequeños agujeros de gusano temporales con las dimensiones diarias de nuestras vidas.
Imagina una esfera blanca, de bordes difusos, cuanto más tiempo pase más pequeña, opaca (oh, paca, tu sí que sabes lo que te haces) y definida se hará, hasta que todo sea tan parecido al día anterior que no tengas las necesidad de acordarte (de ahí que aparezcan cosas como el alemán que me roba las palabras).
Pero el problema (dicen) llega cuando la rutina supera tu contenido 100% original (ouh, yeah). Hay gente que para salir de la rutina viaja, hay gente que tiene hijos, amantes, novios, parejas, animales de compañía y demás organismos pluricelulares que aumenten la entropía a la par que dan gustirrinín.
Todos ellos no saben que lo mejor es meterse una rata voladora por el culo , eso sí que aumenta la entropía celular.
(Añadido por cortesía del Estado de Tijuana y powered by Gryphone, para coordinar con el título y demostrar que soy una absurda friki de miellda -y olé-)
Nueve de cada diez dentistas no pueden estar equivocados.
Son esas pequeñas inercias que nos llevan a ir descalzos al lavabo o a fumar después de, bueno, por ejemplo después de las comidas en su más amplio espectro, las que hacen que el contacto con el mundo tenga siempre a lo largo de cada día el tacto de algo confortable y mullido, que inconscientemente nos reconforta y que hacen que por muy duro/difícil/diverso que sea el día siempre tenga pequeños puntos de contacto con su alrededor, pequeños agujeros de gusano temporales con las dimensiones diarias de nuestras vidas.
Imagina una esfera blanca, de bordes difusos, cuanto más tiempo pase más pequeña, opaca (oh, paca, tu sí que sabes lo que te haces) y definida se hará, hasta que todo sea tan parecido al día anterior que no tengas las necesidad de acordarte (de ahí que aparezcan cosas como el alemán que me roba las palabras).
Pero el problema (dicen) llega cuando la rutina supera tu contenido 100% original (ouh, yeah). Hay gente que para salir de la rutina viaja, hay gente que tiene hijos, amantes, novios, parejas, animales de compañía y demás organismos pluricelulares que aumenten la entropía a la par que dan gustirrinín.
Todos ellos no saben que lo mejor es meterse una rata voladora por el culo , eso sí que aumenta la entropía celular.
(Añadido por cortesía del Estado de Tijuana y powered by Gryphone, para coordinar con el título y demostrar que soy una absurda friki de miellda -y olé-)
3 comentarios:
Lo que hace estar despierto/a a estas horas, eh? :P
Es que no podía dormir...XD, ni tu tampoco perro, XDD
Ufff, este post va a costar comentarlo.
Bueno, lo primero que sí, la vida está llena de rutinas. Mi vida es una rutina ¬¬ Si fuera clase de lenguaje sería algo como:
Yo rutino
Tú rutinas
Él rutina
Nosotros rutinamos
Vosotros rutinais
Ellos rutinan
Y así sucesoriamente con otras conjugaciones. Y el verbo sería de los acabados en "-ar" (que no sé cómo se llamaban), pero con declinación del tipo "menuda mierda".
Para salir de la rutina me tiro (ojo, no de follar) a los electrodomésticos de diversión (usease: ordenador, consola y televisión), aunque también lo de la rata por el final del sistema digestivo unidireccional también es válido. Aunque creo que ya llega un punto que hasta salir de la rutina con determinadas cosas también se convierte en rutina. Oh no! Esto es un ouroboros!!!!!!
PD: Viva ser friki.
PD2: Me ha autogustado el comentario, podría hacerlo como post de mi blog 8-)
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