Ultra
Este post no es ultravioleta, ni es ultramarino, es ULTRASUR
Porque, después del sábado pasado (R.Madrid-Español) puedo decir que quiero cambiarme al fondo Sur (o al gallinero, si éste está ocupado); debo ser ultra sur.
Si le quitamos los amagos nacionalsocialistas, las cabezas cuasirapadas (tal vez topicazo porque desde el fondo norte no los veía muy bien) y la agresividad implícita, los ultras son los únicos que se divierten en los partidos: cantan, bailan, llevan banderolas, están siempre acompañados (por un cerco de policía) y, lo más importante, hacen amigos más allá de los confines de su fondo.
Tal vez algunos maledicientes puedan decir que con tanto ondeo de banderas es imposible que vean el campo o que lo único que consiguen es quedarse afónicos, pero realmente no saben de qué están hablando.
Ya está decidido; ya tengo la bomber, en cuanto consiga las doc martins (ole topicazo -bis-) comenzaré mi andadura como juglar de partidos y alegre bandolera.
1 comentario:
¡Que bote!, ¡que bote!, ¡Que bote el gallinero!
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