jueves, 10 de mayo de 2007

Despierta

La suave brisa acaricia su piel mientras contempla la puesta de sol; consigue alcanzar un alga mecida por la corriente. Sólo puede sonreir a las olas, saludándolas agradecida mientras lamen con suavidad la arena.

Contempla extasiada la playa. Desde donde está divisa una pareja de niños jugando con la arena que, intentando crear un castillo juntos, acaban ignorando todo lo que hay a su alrededor, incluso a ella.
En parte se siente identificada con uno de los niños, una niña concienzuda que se empeña en alzar grandes torreones sin saber que la arena está demasiado seca como para poder llegar a esbozar las almenas. Sólo puede plantearse la siguiente cuestión :"Muchacha bonita ¿no serás mi inspiración?"

Le hace recordar su palacio de cristal, los extensos campos de su insignificante pueblo, sus ignorantes vasallos que, como insectos, impidieron con sus constantes aguijonazos elevar los muros más allá del cielo, acabando sólo en un montón de escombros.

Mientras los observa, un par de grises nubes intentan competir con ella por los últimos rayos de sol, como si conocieran de antemano cuanto ansia captar la luz del ocaso.

Pasan los minutos, tan solo pasan los minutos. Se deslizan rápidamente unos minutos sobre otros. Las nubes ganan la batalla, ocupando todo el horizonte, como si la creciente oscuridad las invitara a expandirse, oscureciendose conforme la noche impone su paso.

Su desesperación por la ausencia de sol comienza a asfixiarla, no puede volver a la celda, al hogar de los despatriados, de los reyes destronados del nuevo reino de las siete llaves.

Debía seguirlo, seguir al sol, más allá de los confines del mar. Sí, eso debía hacer.

A la par que esos acuciantes pensamientos inundan su mente, el mar emite un creciente rumor, que pronto se torna en galerna. No puede ni quiere evitarlo, debe lanzarse el pos del Sol. Se lanza al agua y nada hacia las piedras del rompiente, esperando sobrepasarlas y superar así las embestidas del mar.

Siente, al principio bajo sus pies y después en la distancia, el temblor del lecho marino que, poco a poco, le insta a acompañarlo en su rugido. Comienza a temblar. Lágrimas saladas se mezclan con lo salobre del mar. El rompiente cada vez parece más lejano y quiere descansar.

Desesperada, intenta volver a la orilla, pero su oscuro pelo se enreda con sus brazos, las algas se entremezclan entre sus piernas y la absorben en un torbellino que estrechamente la abraza hacia los más profundo del mar, donde nunca volverá a divisar la luz del sol.

P.D.: Lalalalaaaaaaaaaaaaaaaaa, y eso, que me he pasado en tamaño, ya, XD

8 comentarios:

Miauz dijo...

Esto es lo que yo llamaría un collage (de los que hacíamos de chicos, no de los que vigilan los parkines) :P

Ferguson dijo...

Este de quién es?

Del dijo...

Ha tenido que quedar bastante mal para no distinguirse. Se intentó lo mejor que se pudo

Un despertar
Mi despertar

Miauz dijo...

Yo s� lo distingu�... u_u

Del dijo...

mande?

alayma dijo...

jeje, supongo q ta bromeando el sr Ferguson xk yo lo veo bastante clarito...además q siendo el organizador un tanto desorganizdo del juego este... debería saberlo no? ;)

Iván García García dijo...

mira que nunca dejo comentarios en los blogs... pero no me he podio resistir... ES GENIAL XDDDDD

Del dijo...

Gracias mr. Terrible!