No hay ideas absurdas
Por ciertas razones pensé en patentar ataudes de cartón (quien me conozca sabrá que espero hacerme rica cualquier día de estos) para las incineraciones...para mi desgracia a alguien se le había ocurrido primero...sniff...sí, increible pero cierto.
Hoy han surgido inventos absurdos con el café (esto puede estar sujeto a denuncia, pero tengo el consuelo de que no me leerán los compañeros aludidos) de sal glass (muerte por ósmosis), azucar gorda o pipas de aceituna..¿hasta qué punto no son éstas buenas ideas?
Cada día, dormidos o despiertos tenemos infinidad de ideas. Si descartamos aquellas que gracias a la suerte de haber nacido en el primer mundo tenemos cubiertas (no lo digo en broma), la mayor parte de los días surgen bastantes que podrían considerarse como estúpidas (como un rascador fijo para colocar detrás de la alcachofa de la ducha para cepillarse la espalda), pero no lo son (obligatoriamente).
Es decir, no sabemos hasta qué punto todas las ideas que surcan nuestra cabeza a lo largo del día (y de la noche, todos sabemos que los entornos más conflictivos son los mejores para ser creativos...-como a Einstein mientras veía la WWE o tocaba el piano con su hijo recién nacido, un trabajo precario y su segundo matrimonio, no recuerdo bien:-).
De ahi que las tormentas de ideas, aunque odiosas e inútiles cuando tienes un objetivo real, sean lo mejor para pasar el tiempo...¿de dónde creeis que salió la idea de los helados de fabada?
Y, como no deseo revelar mi próxima patente para combinar el kebab con los rollitos de primavera (ups) hasta que alguien se adelante, termino este post aquí, dejando una "puerta "hacia las siete puertas de kalimero, por amor al arte y un detalle de la gente de blogspot que pretende dominar el mundo (una afición tan respetable como cualquier otra)